Los valores esenciales que profesores, estudiantes, administradores y personal de apoyo de nuestra máxima casa de estudios deben observar y practicar durante el desarrollo de las funciones sustantivas en el marco del modelo educativo institucional son:
• Honestidad, que implican actuar con rectitud, hablar con sinceridad y franqueza; comportarse y expresarse con coherencia y sinceridad, respetando la verdad con uno mismo y con los demás.
• Equidad: dar a cada quien lo que le corresponde, según sus necesidades, méritos, capacidades o atributos, promoviendo la cultura de la inclusión.
• Libertad: respetar la voluntad individual y hacerse responsable de los propios actos sin estar atado a la voluntad de otros.
• Solidaridad: comprometerse con el otro o la otra, con su dignidad, su libertad y su bienestar, especialmente con los más necesitados.
• Respeto a la vida y a los demás: aceptar, apreciar y valorar las cualidades del prójimo y sus derechos, y también de sí mismo en un ambiente de tolerancia.
• Respeto a la naturaleza: cuidar a la naturaleza como ser vivo, del cual somos parte y por lo tanto codependemos.
• Integridad: asegurar la congruencia entre lo que se dice y se hace siempre que sea orientado al bien de sí mismo y de los demás.
• Ética profesional: actuar respetando el conjunto de principios, valores y normas que indican cómo debe comportarse una persona en su actividad profesional.
• Justicia: reconocer, respetar y hacer valer los derechos de las personas, velando porque no se cometan atropellos contra sí mismo ni los demás.
• Responsabilidad: cumplir siempre con lo que uno se compromete considerando el interés colectivo.
• Cooperación: trabajar responsablemente con otras personas para lograr propósitos comunes.
• Transparencia: dejar claro a la luz pública la esencia y los matices de la actuación, tanto individual como colectiva, en todo o en parte, de una comunidad determinada.